Huir

Se levanto una mañana y se dirigió en alpargatas y pijama hasta el banco, solicito todo su dinero en efectivo y volvió a su casa. Juntó todo el dinero que poseía y lo quemó adentro de un balde de metal en el patio. No sabía que estaba haciendo pero una fiera rabiosa que lo carcomía por dentro dejo de desgarrarle el interior por unos instantes. Se sintió desahuciado y completamente incapaz de interactuar con tantas interfaces del sistema capitalista, ya no podría acercarse a almaceneros, verduleros o vendedores de droga y prostitutas. Sin embargo lo embargaba una tremenda y vertiginosa sensación de libertad, Ya no tendría que contar uno a uno los gastos de cada uno de esos centavos que ya tanto le pesaban, ya no debería preocuparse de que un día el dinero se le acabara, pues ya no tenia nada.

1 comentario:

semola souto dijo...

muy bueno este proyecto
felicitaciones.
lo leere con detenimiento, sacaron una revista impresa?
me gustaria tenerla
saludos
semola