SABADO 9/10 A LAS 22HS BICICLETEADA DESDE EL MASTIL DEL PARQUE CENTENARIO
Texto publicado en el Pegote 11:
¿Porque bicicleteamos? ¡¿Porque?! Esta pregunta, desde que comenzamos a organizar la primera bicicleteada, se le ha hecho muchas veces al pegote. Por facebook, por mail, cara a cara, por chat; agresivamente, poniéndonos a prueba o teñida de buena onda y un espíritu de comprensión.
En cuanto a esbozar esta pregunta, las personas cambian y con ellas mutan los modos y las intenciones. Así debe ser. El punto es que la respuesta, sin dejar de ser el pegote el emisor, también muta. Porque el pegote es un bola de recortes y pegamentos varios, un ente etéreo de dinamismo imaginario (tan así como la realidad colectiva) y siendo así no se podía quedar con una postura como “la ecología”, o “el hambre en el mundo”, o “la distensión”, o “la inseguridad”. No, no somos ninguna de esas posturas y si nos pinta somos todas. No queremos mezclarnos con iguales ni dejar de invitar a alguien (*). El pegote propone en abstracto; copa calles y no baja línea. Pretende invertir los órdenes pre-establecidos. Invitarte a ser, en una manada salvaje de bicis zombies que hacen música, que le ponen los puntos a los autos y que por extraños y subjetivos motivos provocan en quien la vea un lapsus de eufórica felicidad. “¡Aguanten las bicis!”, “Los felicito chicos” “¡Noooooooooooooooooooooo, boludo!” Son algunas de las cosas que nos han expresado en las calles.
Por eso bicicleteamos, para que la gente se junte sin decirle porqué. Para invitar a la música que llega sin ensayos, para que el paisaje cambie sin separarnos mucho, para que comience y acabe una y otra vez. Para dar lugar a lo fantástico en el mismo asfalto donde solemos pasear nuestras vidas. También por el medio ambiente, por los placeres, por la paz mundial y el boleto estudiantil, por los veteranos de la 1ª y 2ª guerra mundial, y los fanáticos del helado. Cada uno llega al Parque Centenario y bicicletea por los motivos que a uno lo mueven; y el Pegote te invita a compartirlos.
Y ten presente lector sediento de respuestas; que esta como todas, es la respuesta que muta, que cambia sin traicionar para seguir respondiéndose y preguntándose y así nunca dejar que se estanque.
(*) A Macri no lo dejamos bicicletear. Y a un par más, tampoco.
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